Toda la boda civil de María y Sergi fue una gran fiesta. Y es que dos días de celebración en el entorno natural de Ligüerre de Cinca dan para mucho.
En este pueblo del Pirineo Aragonés se dieron el sí quiero María y Sergi. Ella de Huesca, él de Barcelona, donde se conocieron y se enamoraron de la manera menos tradicional.
El tiempo en la boda fue perfecto, a pesar del chaparrón del día anterior. El viernes esta pareja disfrutó de una cena con su familia y amigos. Después todo se volvió muy loco cuando llegó, desde Alcolea de Cinca, la Charanga Los Metralletas. La cosa se animó tanto que casi se olvidan de dormir.
Y el sábado… hubo de todo, desde un velo que se resistía hasta los novios a punto de verse antes de tiempo, como en las películas. Por supuesto no faltaron la emoción y los momentos para recordar con amigos, hermanos, y amigos que son como hermanos. Mientras María se ponía más y más nerviosa Sergi no podía contener las lágrimas al verla tan guapa, bueno… y después tampoco.
A lo largo de la tarde los invitados lo pasaron genial gracias a la música del DJ y a la maestra de ceremonias Sonia Benages, que animó la ceremonia y el baile con mucho humor y alguna historia sobre los novios.
¡Y llegaron las sorpresas! María le cantó una canción a Sergi durante el cóctel; no sabía que Sergi le iba a regalar más tarde otra canción compuesta sólo para ella. ¡Esta es una pareja que piensa unida!
Una boda siempre tiene la personalidad propia de los novios. Por eso en esta no faltó una tarta coronada por Son Gokū y Chi-Chi, haciendo honor a los gustos que ambos comparten. Fue tan emocionante que Goku acabó por el suelo y decapitado. Y para desayunar… siguieron comiendo tarta.
Así pasó el día volando y disfrutando a tope de la fiesta, como ellos querían. Fue una boda perfecta. Gracias, María y Sergi.
P.D. Sigo cuidando de los cactus que me regalásteis. ;)